Tenía muy buen recuerdo de esta tarta, pero como os comenté en la
entrada original había unos detalles que quería cambiar.
Así que esta semana me puse manos a la obra. No son grandes cambios, pero la verdad es que me ha gustado mucho más y quería compartirlos con vosotr@s. Las recetas de la crema y de la cobertura son las mismas, lo único que he cambiado es el bizcocho (más fino y con cacao) y he hecho un almíbar para emborracharlo.
El resultado es una tarta ligera, cremosa y con un sabor estupendo. Ideal como postre después de una buena comida.
El mérito como siempre de
Auro, que me descubrió esta receta en su blog.
Espero que os animéis a hacerla. Con tanto paso puede parecer complicada, pero en realidad en muy sencilla.
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
- 25 g. de harina.
- 25 g. cacao.
- 55 g. de azúcar.
- 2 huevos.
Para el almíbar que usaremos para emborrachar el bizcocho:
- 1 vaso de agua.
- 100 g. de azúcar.
- 1 chorrito de orujo.
Para la crema:
- 4 yemas.
- 100 g. de azúcar.
- 80 g. de leche.
- 5 hojas de gelatina neutra.
- 50 g. de orujo.
- 600 g. de nata para montar.
- Un poco de leche para remojar las láminas de gelatina.
Para la cobertura:
- 180 ml. de agua.
- un chupito de orujo.
- 150 g. de azúcar moreno.
- 2 láminas de gelatina neutra
- Un poco de agua para remojar las láminas de gelatina.
Un molde desmoldable.
PREPARACIÓN
En primer lugar haremos el bizcocho.
- Precalentamos el horno a 170 ºC. Mientras, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen su volumen.
- A continuación tamizamos la harina y el cacao sobre los huevos y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes hasta que quede todo bien integrado.
- Vertemos en un molde y alisamos la superficie (para luego no rayar el molde al cortar la tarta, cubrí la base del molde con papel de horno, pero no es necesario).
- Horneamos a 170 ºC durante 10 minutos. En cuanto esté lo sacamos del horno y reservamos sin desmoldar.
En segundo lugar haremos el almíbar
- Ponemos el agua, el azúcar y el orujo en un cazo a fuego medio y dejamos reducir unos 20 minutos, hasta que tenga una consistencia de jarabe.
- A continuación mojaremos ligeramente la base del bizcocho, que ya tenemos hecha dentro del molde, con el almíbar, dejándola emborrachadita.
A continuación elaboraremos la crema.
- En primer lugar montamos la nata y reservamos. Seguidamente ponemos las hojas de gelatina a remojo en un bol con leche fría (han de quedar bien cubiertas).
- Ponemos la leche, las yemas y el azúcar en un cazo a fuego medio. Cuando veamos que empieza a calentar un poquito añadimos el orujo y las láminas de gelatina escurridas. Removemos bien hasta que se disuelva todo y dejamos entibiar.
- Antes de que enfríe del todo agregamos la nata montada poco a poco con movimientos envolventes.
- Vertemos la mezcla en el molde desmoldable en el que tenemos la base de bizcocho que hicimos con anterioridad.
- Lo dejamos en la nevera unas horas hasta que cuaje.
Finalmente realizamos la cobertura. (La haremos una vez que la tarta esté cuajada)
- En primer lugar ponemos las láminas de gelatina a remojo en un bol con agua fría.
- Ponemos los 180 g. de agua con el azúcar moreno y el orujo en un cazo a fuego medio y cocemos hasta que tome la consistencia de un jarabe.
- Dejamos que temple y añadimos las 2 hojas de gelatina escurridas. Removemos muy bien hasta que la gelatina quede bien disuelta y dejamos que se ponga tibio tirando a frío verterlo sobre la tarta.
- Metemos la tarta nuevamente en la nevera y dejamos que enfríe, quedando así la cobertura cuajada. Es entonces cuando desmoldaremos nuestra tarta (yo la dejo sobre la base del molde, solo quito el aro)
Y listo, ¡a disfrutar!